El cinismo del civismo

Dicen una leyenda urbana que la ordenanza de cinismo, perdón, civismo, se está ejecutando a la carta, según conviene. Casos extravagantes por llamarlos de forma benévola tenemos para contar unos cuantos, pero no es el caso ya que el tema no es ese y si demostrar que no todos somos tratados por igual.

El caso que nos ocupa es el paralelismo entre una entidad a la que empapelaron, 300 euritos, por situar un cartel, uno solo, que anunciaba unos cursos gratuitos de informática y un partido político que anunciaba una xerrada-co.loqui situado en el mismo sitio y lugar.

Esta es una teoría, la otra es que efectivamente no lo ha visto porque accidentalmente el dia que pasó si vio una y no ha vuelto a pasar por el lugar. Por si alguien lee esto, esta en la calle Rosellón , por lo menos hasta ayer si lo estaba.

El partido político no tiene nada que ver ya que seguramente encarga a alguien que pegue los carteles, que lejos aquellos tiempos en que los militantes los colgaban ellos mismos, pero que no tenga nada que ver no quiere decir que no sea culpable de la situación.

Hace algún tiempo alguien me contó que en época electoral a un partido de la oposición le multaron con una pasta gansa por pegar carteles en sitios prohibidos, después de la llamadita telefónica y algún que otro recurso, el caso quedó en el olvido más absoluto. Qué tiempos aquellos en los que primaba el sentido común por encima del cinismo, del civismo.