miércoles, 20 de mayo de 2009

Juicio a GOÑI TIRAPU de la Asoc. de vecinos AVALL de Llanes


Imágenes de La Talá (Llanes - Asturias) antes de su alteración urbanística, favorecida por el Ayuntamiento de Llanes (Corporación PSOE) y el Gobierno (PSOE) del Principado de Asturias. Sirva este video, cortesía de AVALL (Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes), como homenaje a Txomin Goñi Tirapu y a todos lo que en su día hicieron algo en favor de La Talá. contacto: agrupacionavall@hotmail.com




En defensa de Goñi Tirapu

IgnacioGracia

Leo con estupor en la prensa que pesan sobre el ciudadano Goñi Tirapu la amenaza de dos años y cinco meses de cárcel solicitados por el Ayuntamiento de Llanes por diversos delitos graves, el más evidente haber acudido a un pleno municipal con una camiseta que no le gustó a la alcaldesa totalitaria, y el más imperdonable, haber mantenido durante años la oposición a la política urbanística del Ayuntamiento trevinista (pues me avergüenza escribir que ese ayuntamiento es socialista), en una localidad como Llanes, en la que predominan el conformismo más aplastante, el colaboracionismo más rastrero, la cobardía más clamorosa y la defensa a ultranza de intereses creados que convierten a la portentosa “Marbella del norte” en un lugar silencioso y acomodaticio, en el que de no ser por el ciudadano Goñi Tirapu, María José Rodríguez y demás animosos y valerosos miembros de la Agrupación de vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), dominaría la “paz del cementerio”, como en la época franquista, en la que, con la excepción de cuatro voces discrepantes, entre ellas la mía, había unanimidad franquista y el general Franco merecía los elogios desmesurados del periodiquillo local tanto como ahora los reciben los “mandados” de Trevín, que sigue siendo el verdadero alcalde de Llanes (aunque en los principios de su alcaldía, era su protector y mentor Quintana Patrón, quien alardeaba por las estancias y pasillos, y sobre todo en el bar del centro Asturiano de Madrid, mientras recibía la indisimulada ceremonia de Doncosme: “El alcalde de Llanes soy yo”.) En fin, aquel Ayuntamiento llanisco inspirado en la grande experiencia obtenida por el mentor a las ordenes del concejal Mangada (de lamentable memoria) en el Ayuntamiento de Madrid, fue en Asturias el adelantado de un desarrollismo sin medida ni réplica, basado en el ladrillo y el turismo, que habría de traer lo que al final trajo: el pan de ayer y el hambre de mañana. Porque aunque la alcaldesa ha afirmado que la crisis va a beneficiar a Llanes, porque los que antes iban a Cancún ahora irán a la nueva Marbella, lo cierto es que a ver cómo se las arreglan en un concejo donde sólo dejaron treinta playas, cientos de segundas viviendas sin vender y multitud de funcionarios.

Contra esta situación viene advirtiendo AVALL desde hace muchísimos años, recibiendo a cambio toda clase de ataques y descalificaciones: desde la de “enemigos del progreso” y “malos llaniscos”, vertidas por el periodiquillo local, hoja parroquial del trevinismo, hasta insultos, agresiones, calumnias y procesos judiciales. Bien lo sé yo, que aunque no pertenezco a AVALL, he sido insultado por un concejal potrero, en un pleno, amenazado en plena calle por otro que luego llegó a alcalde, desposeído del cargo honorífico de cronista oficial (que hube de recuperar por sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Asturias) y agredido en mis propiedades, ya que en los últimos tiempos de mi estancia en esa villa era rara la noche que alguien no rompiera a pedradas los cristales de la galería y de los miradores de mi casa natal : de lo que constan las oportunas denuncias ante la Guardia Civil local. Y por si fuera poco, la alcaldesa y su delfín, amenazaron con perseguirme política y judicialmente por reaccionario y por homófono, por un artículo en el mostraba mi desacuerdo con la legalización del matrimonio homosexual. ¡Hasta ahí llega el intervencionismo fascista de esa Ayuntamiento!

Y eso que yo, desde hace ya muchos años, me había retirado de las trifulcas municipales, dando por inútil cualquier critica, y a Llanes por perdido.

Sin embargo, AVALL no se desanimó y siguió en la brecha, recibiendo las críticas más injustas porque no avenían a repetir lo de “Llanes Mexiquito”, “guapina Calle Mayor”, qué gusta da oler el “riberu”, con Llanes todo y sin Llanes nada y viva San Roque y el perru. Para colmo, algunos de estos defensores de Llanes, como Goñi Tirapu, Alvaro Bueno y algunos más, no eran “llaniscos de corazón” porque no se habían bañado de niños en Puertu Chicu, ni tenían familiares en Méjico, ni probablemente eran de la Magdalena, San Roque o la Guía, ¡no habían nacido en Llanes!, a la sombra del Cuera y oliendo las profundas emanaciones del “riberu”. ¡Qué delito, no ser de Llanes!, de México ni de Madrid, que es a lo que se reduce el mundo del llanisco fetén, antaño franquista y que ahora vota a Trevín (aunque el candidato sea otro, porque esa gente jamás votaría al socialismo). Pero AVALL proponía la racionalidad frente a la especulación inmobiliaria, el progreso posible frente a los fuertes intereses creados. Por eso ahora Goñi corre el peligro de ir a la cárcel: por llevar una camiseta que no le gustó a la alcaldesa…, por eso es desmesurado que se le pidan dos años de cárcel, cuando a un terrorista independentista le condenan solo a ocho meses por poner una bomba, precisamente a un local del PSOE. El mundo al revés. Como hombre valeroso e indomable, Goñi Tirapu. Chomin para los amigos, se defiende con procedimiento de viejo militante de la época dura: acampada ante el Juzgado que ha de resolver su caso, huelga de hambre, etc. ¡ Qué tiempos estos, que escribió Friedrich Dürrenmatt hace mucho más de medio siglo, en los que hay que seguir luchando por las cosas evidentes! Por este motivo, en defensa de las cosas evidentes, salgo en defensa de Chomin Goñi Tirapu, un llanisco (¡llanisco, sí!), apasionado y valiente.





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Coacciones, amenazas de muerte, etc., y a mi, que todo esto me suena en esta Ciudad. Y es que se ve, que hay mucho demócrata suelto celebrando la democracia, los Ajuntaments democráticos y la libertad, etc.

En fin, que mucho democrático suelto o mejor dicho, mucha gentuza en la política, es lo que hay.

Napoleón Bonaparte (apodado en su tiempo por: “El petit Cabró)ç

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