Hoy , ayer y en los próximos días, hoy es 14 de abril, día en que allá por el 31 el “Rey” Alfonso XII se marcho exiliado, seguramente volveremos a encontrarnos con el asunto de la República en todas partes, en algunos blogs, en la televisión, en medios escritos y en tertulias de café. En algunos de estos “sitios” se hablara largo y tendido de algunos porqués, en otros simplemente se hará mención a la fecha y en otros como este iré un poco mas allá y mostrare firmemente mi intención de que debemos y podemos ir hacia la proclamación de la III Republica.
Para mi la monarquía es un régimen que me convierte en súbdito, no en ciudadano que es lo que realmente soy. La monarquía en España es uno de los logros del “pequeñín” a lo que el del tricornio, Tejero, apuntalo aun más al quedar la sensación en el pueblo que menos mal que teníamos “Rey” el 23 de febrero ya que sino ahora estaríamos en otra etapa oscura. Yo no lo tengo tan claro lo que el rey nos salvó ya que seguramente lo que pretendió fue salvarse él, en primer lugar y si luego, se salvaba la “democracia” pues que le vamos ha hacer, daños colaterales o mal menor. Aun no esta muy claro el papel desempeñado, hay voces discordantes.
El rey no se si está más en la onda del PSOE que en la del PP, no lo se, lo que si se, es que el PSOE está en la onda de “su majestad”. El rey teóricamente no gobierna pero no tengo ninguna duda que marca líneas a seguir.
Con los antecedentes que tenemos, a este será difícil echarlo. Pero hay cuando venga el nene, entonces las cosas seguro que cambian ya que parece ser que el principito no tiene el apoyo de su padre. Según dicen las malas lenguas el actual morirá de rey en la cama ya que parece ser no se fía mucho del nene y mucho menos de la princesita a la que tengo una cosa que reconocerle. Por primera vez el pueblo reinventa el derecho de pernada ya que aquí los actores están cambiados, primero el pueblo y luego el Principito.
* “Durante todos estos años la inmensa mayoría de los españolitos estuvieron convencidos de que teníamos en la cúspide del Estado (por expreso deseo del dictador Franco, eso sí) a un monarca ejemplar, de origen «cuasi divino», inviolable, irresponsable, deportista,defensor de las libertades y de la democracia, ejecutor magnífico de una modélica transición política sin parangón en la historia... y de pronto nos enteramos, por mor de una exhaustiva investigación realizada en lo más recóndito del estamento castrense español, que de todo eso nada, que este hombre de bragueta fácil como todos los Borbones, campechano y populista,de sonrisa abierta y lectura monocorde, amante de las motos y de los yates multimillonarios (como cualquier rey que se precie, por otra parte)... fue el que nos montó el «numerito» del 23-F utilizando para la ocasión a sus fieles edecanes palaciegos de gorra de plato y sable; más que nada para salvarse él del afán de venganza de un puñado de generales franquistas que, no estando muy de acuerdo con la «traición» del mozuelo (que había jurado los principios fundamentales del Régimen fascista español) al supremo caudillo que lo había puesto en tal alto puesto, andaban organizando un verdadero golpe militar (de esos con fusilamientos y desapariciones inmediatas) para poner en marcha en una emblemática fecha de primeros de mayo.”
* “Durante todos estos años la inmensa mayoría de los españolitos estuvieron convencidos de que teníamos en la cúspide del Estado (por expreso deseo del dictador Franco, eso sí) a un monarca ejemplar, de origen «cuasi divino», inviolable, irresponsable, deportista,defensor de las libertades y de la democracia, ejecutor magnífico de una modélica transición política sin parangón en la historia... y de pronto nos enteramos, por mor de una exhaustiva investigación realizada en lo más recóndito del estamento castrense español, que de todo eso nada, que este hombre de bragueta fácil como todos los Borbones, campechano y populista,de sonrisa abierta y lectura monocorde, amante de las motos y de los yates multimillonarios (como cualquier rey que se precie, por otra parte)... fue el que nos montó el «numerito» del 23-F utilizando para la ocasión a sus fieles edecanes palaciegos de gorra de plato y sable; más que nada para salvarse él del afán de venganza de un puñado de generales franquistas que, no estando muy de acuerdo con la «traición» del mozuelo (que había jurado los principios fundamentales del Régimen fascista español) al supremo caudillo que lo había puesto en tal alto puesto, andaban organizando un verdadero golpe militar (de esos con fusilamientos y desapariciones inmediatas) para poner en marcha en una emblemática fecha de primeros de mayo.”
* Texto encontrado en la red
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