viernes, 6 de marzo de 2009

Daños colaterales

La crisis económica que estamos soportando no es una cosa que haya venido de repente. Sus causas habría que buscarlas en el 2001 con la caída de las puntocom y los atentados a los torre gemelas que posibilitaron el abaratamiento posterior del crédito en EE.UU., al que Europa, seguramente por otras causas, se sumó ya que es sabido que hay que mirarse en el espejo yanqui que en esto del capitalismo son de los que más saben.

Lo que pasó luego es sobradamente conocido, el abaratamiento del precio del dinero hizo que los ciudadanos vieran la posibilidad de comprar viviendas, unos, otros querer cambiar el piso pequeñito que tenían por otro mucho más grande sacando a su vez estos, viviendas de segunda mano al mercado que también colocaban deprisa y a buen precio, por el bajo coste del dinero y aquí entran los especuladores del tocho, antes lo fueron de otra cosa, que viendo la cantidad de demanda empezaron a meter dinero y multiplicarlo ya que todos contentos.

El banco porque colocaba dinerito fresco, nuevos incautos a 30,40 ó 50 años, el especulador porque vendía y vendía, cobrando al contado, el inmigrante porque entraba en la rueda y compraba estas viviendas que los “blancos” vendían para irse a otro barrio, o sin cambiarse, a una nueva vivienda que era más grande y encima tenia ascensor, posibilitando así que el inmigrante pudiera por fin traer a su mujer e hijos, sin olvidarnos del estado, hacienda, que veía como los ciudadanos pasaban por caja al hacer la declaración de renta ya que había tenido un incremento de patrimonio en algunos casos muy importante.

Ante la vorágine del crecimiento del tocho los bancos empezaron a dar hipotecas por el 100x100 del valor de la vivienda, con una tasación al alza, ya que lo que hoy “valía” 40 millones al año siguiente valía 45 y venga a la rueda.

Donde empezó todo también fue donde comenzó el declive, a principios del 2007 muchos, millones, ciudadanos de EE.UU. se dieron cuenta que no podían pagar la hipoteca y además también cayeron en la cuenta que debían al banco más de lo que valía la propiedad ya que la burbuja inmobiliaria empezaba a desinflarse, entonces decidieron entregar las llaves al banco empezando a liarse la madeja.

En el momento que miles y miles de ciudadanos de EE.UU. se encontraron en al situación de entregar sus viviendas afloraron las hipotecas que los listos de siempre habían colocado en todo el mundo y aquí empezó la gran crisis mundial que estamos padeciendo ya que los que tenían pasta a mansalva empezaron a retirarse del mercado, los que tenían miles y miles de millones de metros cuadrados que lo debían a los bancos al no vender, los precios estaban ya en cotas imposibles de soportar para los pringadillos, empezaron a tener problemas traspasándolos a los bancos ya que como mucho podían embargar suelo o promociones invendibles en estos momentos.

Los bancos empezaron a tener problemas ya que tenían tochos pero no dinerito contante y sonante, entonces pidieron ayuda a papá estado que viendo lo que se avecinaba salió corriendo a dar galletitas al nene que empezaba a desnutrirse. Encima cortaron el crédito ya que ciertamente dinerito contante y sonante no tenían encontrándonos a día de hoy con los daños colaterales que los listos crearon y soportaremos los pringadillos de a pie.

Las empresas no tienen crédito para seguir adelante, el descuento y las pólizas no son renovadas precisamente porque los balances no son tan buenos como otros años. Como todos están en la misma situación no pueden pagar ya que tampoco cobran ni pueden financiarse. Ante la situación de caos sucede lo que estamos viendo, miles y miles de trabajadores a la PU.. calle, ahondando día a día la crisis a la que no se le ve salida.

A todo esto que hacen nuestros representantes, pues no lo se. Lo único que se, es que los bancos están cerrados en banda, no sueltan una lata a no ser que seas muy, pero que muy solvente. Los que tienen un sueldo estable no se la juegan ya que ver la televisión o escuchar la radio les acogona aun más y no consumen y sobre todo que muchos perderán su vivienda por una crisis que han montado los de siempre.

Los que no perderán nada, si seguirán consumiendo. Si seguirán llevando a sus hijos a buenos colegios. Si seguirán yendo a restaurantes de esos caros y esperaran que pase la tormenta para de aquí a un tiempo, el problema es que no sabemos cuanto durará, sacarán otra vez el dinerito que tienen acumulado al mercado y esperar la próxima que a ellos nunca les afecta.

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