Allá por el 99, como dice el que mi compañero, cachondo él donde los haya, bautizó como el “abuelo” a Manuel Mas, este u otro ya que no lo se, pensó que ante el declive del textil en la ciudad había que “buscar nuevos horizontes, tanto para la ciudad como para su economía, y de aquí surgió el proyecto Tecnocampus” , así lo cita el y, yo me lo creo, luego con el resultado que hemos visto, el perro no caza tanto como nos parecía cuando lo compramos pero eso es harina de otro costal. No hago este post para volver a decir que el Tecnocampus me parece que sigue siendo Fum, Fum y Fum, por lo menos de momento la idea ha evolucionado hacia otra cosa,hacia la fusión de las dos universidades y traer algunas empresillas que de emprendedoras no tienen nada de nada y si de empresas que utilizan las nuevas tecnologías, como el 90% de las que existen, que no es lo mismo.
Es por todos conocido que Internet se ha convertido en un instrumento de comunicación, obtención de recursos e intercambios de correspondencia en tiempo real, entre otras muchas más cosas entre la que se encuentra ser el único espacio de libertad que queda en pie. Esto conlleva importantes repercusiones en los distintos sectores sociales, económicos y culturales ya que pones a disposición de todo el mundo, cuando digo todo me refiero a todo, un escaparte virtual abierto las 24 horas al día, 7 días a la semana. En este gran escaparate lo primero que tenemos que tener claro es que debemos tener un dominio ya que este es el signo distintivo que identifica nuestra calidad, nuestro buen hacer, nuestro buen nombre, nuestro servicio y, en general, todo aquello que nos distingue y nos diferencia de nuestros competidores.
Aquí la cosa ya se empieza a descontrolar, tenemos cientos de extensiones en el mercado, las extensiones que todo país tiene asignada, en el nuestro el .es y el .cat, las extensiones ya más a nivel mundial como la .net, .com, . org y las introducidas en los últimos años como la .info, .tv y algunas más que no pongo para no aburrir ya que esto no es una clase de informática y si un blog donde humildemente expongo algunos planteamientos que por desgracia no vemos reflejados en los medios tradicionales, bien sean los escritos o virtuales y muchos menos en los llamados multimedia.
Pero vayamos al grano, que paja ya he soltado bastante. Hace muy pocos días haciendo una exploración por los nombres de dominio que tiene registrado el proyecto Tecnocampus me di cuenta que la extensión .ORG no la tenia y si la .es, .cat,.com y .net., al igual que el logo y la marca en el registro de
Pues eso es lo que podría haber pasado con TECNOCAMPUS.ORG. Si además le sumamos que el que lo compra sabe moverse por estos sitios y falsea o oculta la información que ofrece el whois entonces estamos ante un escándalo de enorme calado al que alguno de estos ejecutivos de sueldo, que no de ideas, debería costarle el puesto.
Después de unos pocos días rumiando la cuestión decidí comprarlo, alguno pensará, valiente carbón esta hecho este, no le sirve con decirlo que encima lo compra. Pues si lo reconozco soy un poco cabroncete pero imaginaros lo que podría serlo si hiciera lo que hipotéticamente contaba unos párrafos más arriba, en dos horas les monto un escándalo de los que hacen época. No lo he hecho porque después de todo no soy tan cabro…. como algunos piensan, por mucho que algunos opinen lo contrario.
Desde aquí les digo, a quien corresponda, no pasa nada todo el mundo se equivoca, aunque algunos por este tipo de equivocaciones en la privada derechitos a la calle sin un duro que llevarse a su casa, vamos que despedidos sin derecho a indemnización por ineptos, os digo que lo pongo a vuestra disposición, solo tenéis que mandarme un mail a la dirección habitual que usáis y no la de cabezones, la veo muy poco, para que os mande el auth code y asunto resuelto, eso si de momento a ver quien se pone colorado y da un golpe encima de la mesa.
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