Otras veces en esta casa me referí a los guardias de barrio como guardias de colegios, cuando se acaba el colegio por vacaciones repliegan velas y esta prestación publica desaparece. Aunque el servicio como está diseñado en el papel podría ser interesante, mucho, hay circunstancias que hacen que no funcione porque se montó con muchas dosis de propaganda y pocas de servicio efectivo a la comunidad.
Yo veo esta figura como unos profesionales que se despliegan en el territorio, a pie la mayor parte del tiempo, para conocer en profundidad las “cosas” que pasan en el barrio asignado. Que conocen a los comerciantes, que conocen a este u el otro parándose incluso a hablar con ellos aunque sea del tiempo que hace, que saben cuáles son los conflictos, que palpan constantemente que está sucediendo, que saben en definitiva lo mismo, menos por supuesto que los que vivimos en un barrio, pero muchísimo más de lo que conocen actualmente.
El que aparca en doble fila por costumbre para entrar a tomarse una cerveza en un bar, el que trapichea a pequeña escala, el que se dedica a darse paseítos en una moto que hace un ruido infernal, la farola que ayer funcionaba y hoy no, el agujero que se está abriendo en la calzada en tal o cual calle y tantas otras cosas que podría contar que creo si son tareas del guardia de barrio.
Hasta hace poco no se bajaban de la moto nada más que para multar, estaban todo el día dándose” paseítos”, por tanto muchas veces opine que debían bajarse y andar más ya que las realidades que ven encima de un vehículo a motor no tienen nada que ver con las que se palpan cuando uno es peatón y sorpresa, digo sorpresa porque esta era, supongo lo seguirá siendo, una vieja reivindicación de una entidad vecinal del barrio, desde hace unos meses si se bajan, están un ratito de plantón en una plaza y luego paseíto para abajo, plantón en otra y paseíto para arriba.
Como decía antes, desde hace un tiempo en Cerdanyola, no conozco otros barrios, se bajan de la moto y pasean en patrulla, es otra de las nuevas ventajas, ahora son dos aunque patrullan por una parte muy concreta del barrio, como es la más transitada por lo menos su figura es vista por un montón de ciudadanos.
Como veréis la cosa parece ha cambiado, pues no, os contare tres aspectos concretos en una de esas calles por la que son vistos cada día. En la calle Rosellón hay una pilona que no funciona desde hace más de 2/3 semanas, no estoy seguro, y sigue así, sin funcionar, un poco más abajo una nueva actividad comercial está invadiendo, en sus narices, el espacio del peatón y aun lo sigue haciendo con total impunidad. También muy cerca otro “listo” tiene un vado que es utilizado exclusivamente para que el pueda aparcar gratis a la puerta de su negocio ya que es imposible que pueda hacerlo dentro.
No estoy diciendo se les multe estoy diciendo que si el guardia de barrio fuera una figura como yo la entiendo con unas pocas palabras al encargado este asunto, como tantos otros, se erradicarían de raíz. El guardia de barrio tiene que conocer en profundidad el territorio, no darse un paseíto, por una parte muy concreta, para que la gente lo vea.
Yo veo esta figura como unos profesionales que se despliegan en el territorio, a pie la mayor parte del tiempo, para conocer en profundidad las “cosas” que pasan en el barrio asignado. Que conocen a los comerciantes, que conocen a este u el otro parándose incluso a hablar con ellos aunque sea del tiempo que hace, que saben cuáles son los conflictos, que palpan constantemente que está sucediendo, que saben en definitiva lo mismo, menos por supuesto que los que vivimos en un barrio, pero muchísimo más de lo que conocen actualmente.
El que aparca en doble fila por costumbre para entrar a tomarse una cerveza en un bar, el que trapichea a pequeña escala, el que se dedica a darse paseítos en una moto que hace un ruido infernal, la farola que ayer funcionaba y hoy no, el agujero que se está abriendo en la calzada en tal o cual calle y tantas otras cosas que podría contar que creo si son tareas del guardia de barrio.
Hasta hace poco no se bajaban de la moto nada más que para multar, estaban todo el día dándose” paseítos”, por tanto muchas veces opine que debían bajarse y andar más ya que las realidades que ven encima de un vehículo a motor no tienen nada que ver con las que se palpan cuando uno es peatón y sorpresa, digo sorpresa porque esta era, supongo lo seguirá siendo, una vieja reivindicación de una entidad vecinal del barrio, desde hace unos meses si se bajan, están un ratito de plantón en una plaza y luego paseíto para abajo, plantón en otra y paseíto para arriba.
Como decía antes, desde hace un tiempo en Cerdanyola, no conozco otros barrios, se bajan de la moto y pasean en patrulla, es otra de las nuevas ventajas, ahora son dos aunque patrullan por una parte muy concreta del barrio, como es la más transitada por lo menos su figura es vista por un montón de ciudadanos.
Como veréis la cosa parece ha cambiado, pues no, os contare tres aspectos concretos en una de esas calles por la que son vistos cada día. En la calle Rosellón hay una pilona que no funciona desde hace más de 2/3 semanas, no estoy seguro, y sigue así, sin funcionar, un poco más abajo una nueva actividad comercial está invadiendo, en sus narices, el espacio del peatón y aun lo sigue haciendo con total impunidad. También muy cerca otro “listo” tiene un vado que es utilizado exclusivamente para que el pueda aparcar gratis a la puerta de su negocio ya que es imposible que pueda hacerlo dentro.
No estoy diciendo se les multe estoy diciendo que si el guardia de barrio fuera una figura como yo la entiendo con unas pocas palabras al encargado este asunto, como tantos otros, se erradicarían de raíz. El guardia de barrio tiene que conocer en profundidad el territorio, no darse un paseíto, por una parte muy concreta, para que la gente lo vea.
Desde luego no es culpa suya y si de sus mandos, lo aclaro porque luego alguno, que no conozco de nada, se queja de que me meto con ellos.
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