Césped artificial

En esta casa se habla mucho de Cerdanyola, entre otras cosas, se habla del binomio equipamientos-población, se habla de su escasez para la población que vive en el barrio. Se habla de los que tenemos y de los que no tenemos y por “antigüedad” deberíamos tener, es decir como he dicho otras veces somos seguramente el 25% de los ingresos y por el contrario llevamos años y años donde no repercute ni siquiera la mitad de lo que pagamos.

Hoy no saldré con la cantinela ya sabida, más y más equipamientos por población y más y más equipamientos por lo que aportamos a las arcas municipales es lo que necesitamos y hemos pagado ya unas cuantas veces. Hoy no toca. Hoy toca uno, aunque le queda poco, que si tenemos, campo de futbol del Cerdanyola, ya que los que tenemos tienen que mantenerse. Porque digo esto, pues sencillo, muy sencillo:

El campo del barrio tiene césped artificial que fue instalado a mediados de los 90, creo que el del Mataró también fue instalado por esa época o un año después, dicen los que saben que la vida útil de este tipo de compuesto es de 10 años. Si la vida útil es de diez años que esta pasando para que el nuestro no sea remoderado, porque el del Mataró lo fue en el 96, cuando cumplió si vida útil y el “nuestro” ya lleva 14 años, pregunta que no tiene respuesta pero si significa alguna cosa.

Cerdanyola granero de votos, Cerdanyola granero de ingresos pero por el contrario territorio con pocos equipamientos y algunos de los que tenemos, faltos de mantenimiento.

Eso si, las entidades folclóricas cada año en la cola de las subvenciones. Mas vale un silo bien nutrido de pesebres llenos de grano que un campo de fútbol en buenas condiciones, total que más da si es el dinero que más réditos da, por tanto el mejor invertido.

El del mantenimiento es poco agradecido ya que nunca sabemos donde va, el “otro” no solo sabemos donde va, también sabemos lo que da.