martes, 8 de junio de 2010

El clan de la castaña

Hace ya años que alguien bautizó a algunos militantes socialistas como los del clan de la tortilla, González, Rodríguez de la Borbolla, Yáñez, Chaves y algunos más asaltaron el poder del PSOE en la mitad de los 70, andaluces todos por cierto.

Aquí en nuestra ciudad hace ya tiempo que hay otro clan en marcha, el de la castaña según los acabo de bautizar. Alguien dice que otro a oído decir a uno que pasaba por allí contándose al que le acompañaba que alguno coge unas castañas impresionantemente grandes, en su época y de los árboles claro está que nadie piense que las coge en alguna barra y por la patilla, yo desde aquí lo desmiento pero me hizo gracia que le gustara tanto ir al monte a pillarlas. De aquí el nombre.

Su nivel político es mínimo, el del buen comer y mejor beber, litros y litros de agua por supuesto, es alto por lo que aparte de su ego seguramente están pensando en el asalto para seguir comiendo y bebiendo muy bien, agua de viladrau por supuesto. Como decía, su nivel político es bajísimo por lo que su sus carencias son vestidas con estrategias muy claras. La primera y más importante es copiar un camino a seguir que funcionó durante años y años por parte del mayor repartidor de prebendas al que le gusta el vino de rueda, con moderación eso sí, lo digo muy en serio pero lo de rueda me venía al dente para que sepáis quien es, sin decir el nombre, últimamente hay que tener mucho cuidado con lo que se escribe.

Las entidades folclóricas y semi-religiosas que arrastran gente a sus fiestecillas son lo importante para ganar las elecciones municipales. Sus “representantes”, demasiadas veces elegidos en asambleas, ayudados/apuntalados/aconsejados por los del clan ahora y antes por otros, a las que no asiste “nadie”. Se mueren por tener amiguitos en el poder, estos ya pagaran con favores por su abnegada entrega más tarde, sus afiliados y amiguitos que asistirán a cualquiera de las fiestecillas que montan verán que bien se les trata, que cerca están del ciudadano, cuanto saben de la Blanca Paloma, de caminos, de sevillanas, de pastoras y como no, de la guita y del tío PEPE .

No hay feria que se precie donde no esté presente alguno del clan como representante del Ayuntamiento y el otro, el embajador del país del sol naciente. No es responsabilidad de su regiduría, pero como cultura está como está, debe ser que le gusta el cargo o cualquier otra cosa que se me escapa, bueno escaparse no se me escapa pero no lo diré en “voz” alta.

Aunque parezca mentira es cierto, solo hay que dar prebendas, asistir a sus fiestecillas e incluso dar avales para compra de locales y tendrán su premio cada 4 años como mínimo, digo como mínimo porque el papelito en las municipales es la contrapartida, aparte de torres, avales para algún local en un polígono y demás cosillas así.

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