lunes, 12 de abril de 2010

El libro de las caras

La inmensa mayoría de los políticos de la ciudad, sobre todo los del gobierno, tienen una “enfermiza” pasión por las redes sociales, esas que llaman ahora la web 2.0. Todos ellos, o casi, tienen presencia en alguna de ellas, incluso alguno está en todas, intentando vender el “producto”.

Lo malo del montaje que tienen articulado es que venden la “bacalá” a sus colegas, palmeros y meapilas incluidos. No llegan donde deberían, al pueblo y si a la corte de pelotillas que les siguen habitualmente. Muchos de estos crearon su perfil para poder agregarse al JEFE, este a su vez tiene otros amigos que también lo harán por “simpatía”, no la que tendrán entre ellos y si el efecto que produce una explosión, a explosivos próximos aunque no se detonen, así todos con cientos de amigos en la red. Qué bonito.

Tengo claro que su presencia no tiene nada que ver con lo que realmente tendrían que afrontar, la inmediatez e interacción entre los administradores y los administrados y si otras formas de manipular a sus súbditos. Todos siguen el mismo patrón que les marca el otro. Este se dedica a montar plataformas, eso si él sale como amigo y no como lo que es, el ideólogo y/o inventor que luego potencia entre sus colegas para así hacer creer es universal y no partidista.

Les ofrece comentarios, mascados, por si quieren colgar en su muro e incluso estos últimos días se publica hasta una ofertas de trabajo en el partido. Otra vertiente, al margen de si son 2.0 o 3.0, es el pelota de turno que incluso le dice mira, mira lo que opine en el Capgros, se lo dice porque está claro en este medio digital escribe con un seudónimo. Aparte de chivato oficial en Cerdanyola “cobarde” como él solo, no quiere perder la oportunidad que su jefe sepa que sigue a pies juntillas sus directrices.

Otro de los más activos, tiene hasta la desfachatez de escribir que esto no es vida, se refería, supongo, a las reuniones hasta altas horas de la noche, el trabajo los fines de semana etc,etc. Con este ultimo y su fiel escudera me lo paso pipa con sus impresiones. Hace ya algún tiempo leí una que me hizo pensar si realmente no están poseídos por el bichito de la facebobopatía, o la cena tenía mucho vino encima del mantel a lo que no tengo nada que decir, a mí también me gusta aunque lo prefiero para las comidas.

Uno dice, más o menos, lo escribo de memoria.

“Estoy en casa cenando con mis amigos, no me lo puedo creer”

La otra contesta a los pocos minutos,

“Estoy con el que no se lo cree”

Esto es un ejemplo de las memeces y tonterías, por no decir gelipolleces que escriben algunos de ellos, lo de los estados de ánimo ya raya la bobería más grande jamás escrita, si quieres leer estos profundos debates y muchas otras cosas tendrás que ser su “amigo”, es la parte menos graciosa de la historia, pero bueno también lo puedes hacer de forma “anónima”.

Si quieres que te agreguen como amigo, te doy una idea. No tienes nada más que crearte una cuenta de correo en gmail, Hotmail o Yahoo y darte de alta en cualquiera de ellas para posteriormente crearte un perfil, puede ser más falso que el beso de Judas, y pedir amistad, veras que risa. Como están tan enchufaos, a los pocos minutos recibirás confirmación de que ya sois amigos, si es horario de oficina no te preocupes todos ellos, presuntamente, tienen bifurcado el mail de contacto al telefonito que pagamos todos por lo que como les pierde el ego de poder decir ya tengo x amigos, te agregara sin problemas.

Como en tantas otras cuestiones ciertos políticos buscan en las redes sociales una proyección de su imagen, en la mayor parte de los casos, con un propósito de puro marketing. En general, por no decir todos, lo que vemos son cabecitas poco inteligentes que tras presenciar el éxito de campañas como por ejemplo, la de Barak Obama empujada sobre este tipo de herramientas "online", persiguen subirse a la ola y clonar los resultados obtenidos por el casi desconocido actual presidente americano en aquellos tiempos, han pasado del blog a las redes sociales simultaneando ambas “herramientas” .

Lo que no saben analizar es que el éxito de este tipo de “marketing” se basa en una herramienta que fue el verdadero éxito de Obama, se basó en utilizar las redes no como un arma más de propaganda electoral, sino de permitir que cambien completamente la forma de hacer política, en el sentido de abrir canales en los que retroalimentarse permanentemente con la ciudadanía, escuchando y recibiendo feedback. Ahora a esto lo llaman, una palabreja que últimamente escuchamos mucho, sinergias.

Lo que hacen aquí son “reflexionar”, por poner algo, sobre bobadas, intentar batir records de presencia en la red, creando una pequeña red no social y, si de pelotas, meapilas y palmeros varios. Si creéis que exagero o me pasó cien pueblos, 97 más de los 3 habituales, solo tenéis que hacer la prueba, ya me contareis.

0 comentarios: