jueves, 5 de marzo de 2009

El panfleto

El planfeto municipal del que estaba tan contento el Sr. Fernández ya que tapó muchas bocas, su verborrea chulesca le acarrea problemas semana si y semana también, adelgaza en sus entregas. A partir de ahora será trimestral, pero ojo, con el mismo contenido y paginas.

La excusa institucional dicen es para ahorrar, la excusa verdadera no la se aunque podría aventurar alguna y desde luego no pasa por el ahorro y si por errores gravísimos. Los errores que se han cometido durante estos años, el primer planfeto salio en octubre del 2005, están sustentados en la distribución sin entrar a valorar que la gente se ha cansado de leer siempre lo bien y bonito que lo hacia el gobierno.

Mes a mes veíamos montones tirados por las fachadas de los edificios o en plena calle, mes a mes veíamos que algún barrio o sector se quedaba sin reparto y sobre todo mes a mes veíamos un mismo formato, un montón de propaganda institucional, la crónica del pleno y más propaganda en las paginas dedicadas a los partidos políticos con representación.

Ahora por un falso ahorro, estoy seguro que esa no es la causa, será trimestral con los mismos contenidos. Si ahondamos un poco más en este tema podremos intuir que lo único imparcial, a la propaganda, eran las crónicas del pleno, por tanto si se mantiene el mismo formato, el pleno ocupaba de 2 a 3 paginas, los ciudadanos nos quedaremos sin leer lo único “independiente” que podíamos aprovechar del planfetito de marras. Para los oficialistas decir que se que las crónicas no desaparecerán pero no es lo mismo poderte explayar sobre un pleno en dos o tres paginas, que hacer la crónica de tres plenos en las mismas paginas.

La solución al problema es hacerlo digital, otro problemilla, y establecer unos puntos de distribución. Sin llegar a tener los puntos de distribución de los gratuitos, pero si negociando acuerdos con los estancos por ejemplo. Eso es inviable para los pensadores entre otras cosas porque entonces las estadísticas serian letales, sabríamos cuantos se lo han bajado para leer, cuantos se han distribuido y cuantos se han devuelto a la oficina de propaganda instaurada en la riera 48.

Sobre esta cuestión me gustaría escuchar lo que dicen los pequeñines, que no son otros que los que bailan en círculos alrededor de la ley del embudo instaurado por el grande.

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